Frecuentemente nos encontramos con malos entendidos respecto a lo que es una presuposición. Creo que una de las principales barreras que alejan a las personas de nuestra metodología apologética es esta confusión. Comúnmente se cree que una presuposición es cualquier creencia que se dé por sentada, aunque esta sea arbitraria. Ciertamente esta es una definición común y aceptada de lo que es una presuposición, pero cuando los presuposicionalistas vantilianos están usando este término no lo usan en un sentido tan ligero y tan general. Creo que ese gran malentendido a veces impide una conversación fructífera entre apologistas, puesto que mientras el presuposicionalista está usando la palabra con una connotación vantiliana, el opositor está usando la palabra en un sentido general y ligero. Voy a citar algunos escritos que son bastante conocidos respecto nuestra metodología apologética para dejar claro lo que es una presuposición para Van Til y, por ende, para todo presuposicionalista vantiliano.
En el libro “¡Prepárate para la Buena Batalla!: La Metodología Apologética de Greg Bahnsen” leemos lo siguiente:
Una cosmovisión—cualquier cosmovisión, ya sea cristiana o secular—se fundamenta sobre cierto tipo de creencias conocidas como “presuposiciones”. Esto no significa que se establece en cualquier selección de los supuestos favoritos de alguien, sino más bien en premisas de un tipo especial, conocidas como “presuposiciones.”
Pero en sí, ¿qué se quiere decir con una presuposición? El definir las presuposiciones será sumamente importante para poder comprender el enfoque bíblico a la apologética. En realidad, este método apologético es conocido popularmente como “Apologética Presuposicional” o de manera más sencilla “Presuposicionalismo.” En el libro de “La Apologética de Van Til”, la presuposición es definida de esta manera:
«Una “presuposición” es un supuesto elemental en el razonamiento de alguien o en el proceso por medio del cual las opiniones son formadas … {Esta} no es simplemente cualquier supuesto en un argumento, sino un compromiso personal que se sostiene en el nivel más básico de la red de creencias de alguien. Las presuposiciones forman una perspectiva (o punto de partida) fundamental y amplia, en términos de la cual, todo lo demás es interpretado y evaluado. Como tales, las presuposiciones tienen la autoridad más alta en el pensamiento de alguien, siendo tratadas como las creencias menos negociables de la persona y siendoles otorgadas la inmunidad más alta al ser revisadas».
Una presuposición es, por lo tanto, un supuesto “elemental” (es decir, básico, fundamental, el punto de partida) acerca de la realidad de un todo. Una presuposición elemental sirve como condición esencial necesaria para la perspectiva que alguien tiene del mundo y de la vida. Es una precondición necesaria para el pensamiento humano y la experiencia, sin la cual el razonamiento lógico sería imposible y la experiencia humana sería ininteligible. Profundicemos un poco más para que puedas ver la importancia de tus presuposiciones.
Las presuposiciones son normalmente, supuestos escondidos en los que de manera reflexiva dependes para temas fundamentales de la experiencia humana tales como la naturaleza y la estructura de la realidad, la posibilidad y el método de conocimiento, los estándares y los universales de la moral. Estas presuposiciones básicas acerca del mundo y la vida te guían para descubrir y resolver problemas, planear para el futuro y demás; estas te proveen de todos los estándares para interpretar toda la vida. Ellas gobiernan tu manera de pensar y de actuar, hasta la forma en la que seleccionas y empleas hechos específicos en los innumerables hechos que fluyen sin cesar a través de tus sentidos y en tu mente en todos y cada uno de los momentos del día. Estas forman el fundamento de tu visión del mundo y la vida.»
Una “presuposición”, entonces, es una “una precondición necesaria para el pensamiento humano y la experiencia, sin la cual el razonamiento lógico sería imposible y la experiencia humana sería ininteligible”. Así que, cuando el presuposicionalista afirma que debemos presuponer a Dios, no está usando el término de una manera ligera y general, ni hablando de una presuposición arbitraria basada en los supuestos favoritos de alguien, sino que está afirmando que la idea de Dios es “una precondición necesaria para el pensamiento humano y la experiencia, sin la cual el razonamiento lógico sería imposible y la experiencia humana sería ininteligible.” De ahí, que el presuposicionalista esté argumentando trascendentalmente, como afirma John Frame:
«Van Til y los que le siguen de cerca sostienen que ese argumento apologético debe ser trascendental. También lo llama “razonamiento por presuposición” (Van Til, Defense, p. 99). Un argumento trascendental trata de mostrar las condiciones que hacen que cualquier cosa sea lo que es, particularmente las condiciones o presuposiciones necesarias para el pensamiento racional. Esta comprensión de la apologética subraya la convicción de Van Til de que el Dios cristiano no es simplemente otro hecho que se descubre junto a los que ya conocemos, sino que es el hecho del que todos los demás hechos derivan su significado e inteligibilidad.»
Un argumento trascendental para la existencia de Dios es aquel que argumenta a favor de Dios, no como un hecho más a descubrir, sino como una precondición (presuposición) necesaria para la inteligibilidad de la experiencia humana, y demostrando que lo contrario es imposible. Cuando el presuposicionalista afirma que debemos presuponer a Dios, está pensando en el argumento anterior. Esa, por supuesto, no es una declaración gratuita. Él debe probar esto y la manera de hacerlo es presionando todas las cosmovisiones no cristianas y conduciendolas a sus conclusiones lógicas. Es decir, llevarlas al absurdo. Y entonces, argumentar que a menos que Dios sea presupuesto como la precondición necesaria para X “hecho” o “ley”, tal cosa sería ininteligible. Por supuesto, el incrédulo en principio no necesita creer en Dios para inteligiblemente entender X “hecho” o “ley”, pero el punto es que su cosmovisión no puede dar cuenta de ello, y que, si su cosmovisión fuese cierta, de hecho, X “hecho” y “ley” no sería inteligible. Por tanto, el incrédulo toma capital prestado del cristianismo. Esa es la forma de un argumento por presuposición.
En otro lugar, Greg Bahnsen, muestra las diferencias entre Gordón Clark, Francis Schaeffer y Cornelius Van Til de lo que cada uno entendía por el término presuposición. Debemos tener estas diferencias claras para no leer este término en los presuposicionalistas vantilianos con los lentes de Clark o Schaeffer:
«Gordon Clark es llamado a veces un presuposicionalista por la gente. Y no estoy celoso por el término. Así que, si la gente quiere decir eso, si dan alguna definición abstracta que incluya a Clark y Van Til, que así sea. No creo que eso ayude. Creo que es más confuso que esclarecedor reunirlos de esa manera.
Según Gordon Clark, nuestras suposiciones o premisas últimas son axiomas que no están sujetos a prueba. Y es por eso que al final de su carrera apoyó abiertamente el fideísmo como su enfoque de la apologética. Dijo abiertamente que tenemos fe en este conjunto de axiomas. El otro tipo tiene fe en su conjunto de axiomas y realmente no hay ninguna discusión entre los dos. Al final, depende de la obra del Espíritu Santo en el corazón del otro hombre para que cambie sus axiomas».
El error que se comete allí es que Clark pasa de las razones de la fe cristiana a las causas de la fe cristiana y no responde realmente a la pregunta: “¿cómo se resuelve entonces el conflicto entre los axiomas? Dice que no puedes. Es sólo una elección fideísta, y luego eres consistente y vives dentro de tu visión del mundo. Y tratas de derribar lo que dicen los demás. De hecho, dice Clark, lo derribas demostrando que no pueden saber nada, ni nada, basado en pensamientos o enfoques empíricos y observacionales.
Como vantiliano, y espero que sea fiel a la Biblia, no estoy de acuerdo con él en que toda metodología empírica no nos proporcione conocimiento. Que no podemos saber nada más que lo que está en la Biblia. Pero estoy de acuerdo con la premisa, enseñada por Van Til, de que aparte de lo que la Biblia enseña, en principio no se puede saber nada basado en la metodología empírica. Pero ahora, volvamos a Clark. Su visión de una presuposición es entonces un axioma que es algo que no se puede probar. Es algo que se elige de manera fideísta y luego se trata de ser consistente dentro de todo el razonamiento.
El enfoque de Van Til con respecto a una presuposición es que es una condición previa de inteligibilidad y, por lo tanto, se puede argumentar indirectamente a favor de ella. Puedes reducir a tu oponente al absurdo. Usted puede hacer una crítica interna de la filosofía del incrédulo para mostrar en esa filosofía que él no podía saber nada en absoluto. Y más allá de eso, su razonamiento, su apelación a la historia y a la ciencia y a otras cosas ha estado siempre asumiendo su filosofía como una forma de argumentar en contra de su filosofía, por lo que lo que queremos decir con presuposiciones es bastante diferente.
Ya que estoy en el tema, podría señalar que Francis Schaeffer tiene otra definición de la palabra presuposición que difiere de la de Van Til y Clark. Y esto se puede ver cuando Francis Schaeffer habla en “La muerte en la ciudad”. Tiene un capítulo, El Universo en Dos Sillas. Según Schaeffer, podemos imaginar que hay un creyente y un no creyente sentados en dos sillas en esta sala, y que van a discutir entre ellos lo que pueden saber y lo que es la realidad. Y el incrédulo hace todo su análisis científico de la pintura de las paredes. Y según Schaeffer, el incrédulo expone todas las verdades que ha aprendido sobre el mundo basándose en su análisis material de la habitación, la silla o lo que sea. Según Schaeffer, todo está bien hasta dónde llega, pero es sólo la mitad de la naranja. Ahora permítanme, como cristiano, complementar lo que han dicho. Verá, Schaeffer no consideraba las presuposiciones cristianas como la condición previa para toda inteligibilidad, porque si fueran las condiciones previas para la inteligibilidad, el incrédulo no tendría ni la mitad de la naranja, no tendría nada en absoluto.
Schaeffer debería haber dicho que no estás siendo fiel a tus propias presuposiciones. Schaeffer dijo: “Debemos pedir a los hombres que consideren la hipótesis, la cosmovisión presentada por el cristianismo, es decir, la uniformidad de las causas naturales en un sistema abierto, donde Dios puede entrar en el sistema, y compararla con la filosofía de la uniformidad de las causas naturales en un sistema cerrado. Y luego pregunte cuál de esas dos hipótesis encaja con los hechos tal como los conocemos en el mundo natural y la hombría del hombre. Ahora bien, en este tipo de comentarios, podemos ver que Schaeffer no trata las presuposiciones como el compromiso final por el cual nos acercamos a la ciencia y a la evaluación, sino que en realidad trata las presuposiciones como una hipótesis sujeta a prueba. Así que está hablando de algo que puede ser probado, entonces no está hablando de su presuposición última porque cualquier cosa que use para probarlo es su presuposición última.
Así que puede ser muy fácil confundirse cuando se lee la literatura de los apologistas reformados del siglo XX. Schaeffer, Clark y Van Til no significan lo mismo con la palabra presuposición. Pero en el enfoque de la presuposición que Van Til nos enseñó, en última instancia en principio y muchas veces en la conversación real cuando estamos defendiendo la fe, se reduce a señalar que el incrédulo tiene una presuposición particular, el creyente tiene una presuposición particular o conjunto de presuposiciones, y debemos argumentar en términos de las precondiciones de inteligibilidad que la nuestra es correcta y la de ellos no lo es. ¿Recuerdas el enfoque indirecto? Tenemos dos posiciones, dos visiones del mundo, invitamos al incrédulo a pararse dentro de nuestra visión del mundo para ver que todas sus objeciones no son realmente objeciones contundentes. “No respondemos al tonto de acuerdo a su locura, no sea que seamos como él.” Pero entonces nos paramos dentro de la visión del mundo del incrédulo para mirar sus presuposiciones básicas y explicarle lo que eso implicaría. “Respondemos al necio de acuerdo a su insensatez, para que no sea sabio en su propia vanidad”. Para que piense bien que tengo una base para la ciencia, para los absolutos morales, tengo una base para la libertad y la dignidad humana. Por lo tanto, el paso final del procedimiento es mostrar que el empirismo y el ateísmo de nuestros amigos epicúreos es completamente inadecuado para dar cuenta de, o incluso hacer posible, la objetividad en la racionalidad del pensamiento del hombre en el pensamiento del hombre. Es imposible dar cuenta o hacer posible la libertad del hombre, o los absolutos morales.
Todas estas citas parecen ser lo suficientemente claras para que nuestros críticos y aquellos que deseen aprender puedan comprender lo que es una “presuposición” para lo presuposicionalistas vantilianos. Esta aclaración evitará dos cosas: 1) evitará que crean que afirmar que Dios debe ser presupuesto es una afirmación ligera, y 2) evitará que nos acusen de razonamiento circular falaz, ya que un argumento trascendental que argumenta a favor de Dios como precondición (presuposición) necesaria para la inteligibilidad no es un argumento circular.
Por: José Ángel Ramírez.