Hace algún tiempo publicamos[1] un fragmento traducido de la revisión del Dr. James N. Anderson[2] al libro de F.V. Fesko titulado “Reforming Apologetics”, el fragmentó en cuestión trataba sobre una de las objeciones de Van Til al Tomismo. Hace algunos días un “objetor” escribió un artículo[3] en respuesta a nuestra publicación. Este escrito es una respuesta “al objetor”.
Las conclusiones del “objetor”
En resumen: El propósito del “objetor” era demostrar que:
- 1.Tomás de Aquino no acepta acríticamente la metafísica de Aristóteles y
- 2. Que la ontología o metafísica de Santo Tomás no es unívoca sino análoga.
El “objetor” concluye y cito «Se ha demostrado de forma coherente que las objeciones del presuposicionalismo que se han presentado en este articulo solo son intentos burdos contra el tomismo, fundamentados en un desconocimiento evidente de los aspectos más básicos del aristotelismo y del tomismo. En primer lugar, se aclaró que Santo Tomas de Aquino no acepta acríticamente la metafísica y epistemología aristotélica, sino que rechaza nociones filosóficas del estagirita que evidentemente están en desacuerdo con el cristianismo, y así mantiene una metafísica cristiana limpia y racional que enfatiza primordialmente lo que nos declara la escritura bíblica. También se ha considerado como punto relevante que existe una distinción vital entre la teología natural y la teología Sobrenatural, la cual nos ofrece un medio aclaratorio para las pruebas filosóficas en demostración de la existencia de Dios cuyas bases son de carácter aristotélico, y la compatibilidad con el cristianismo.
Y por último, se ha probado que Van Til ignora por completo la importancia de la cláusula filosófica de ”la analogía del ser”, y que confunde la metafísica aristotélica con la interpretación univoca del lenguaje.»
Nuestra respuesta.
En primer lugar, su primera conclusión comete la falacia ignoratio elenchi.
Demostrar que hay puntos en los que Tomás de Aquino es crítico de Aristóteles no viene al caso por una razón simple, a saber, que el Dr. Anderson señala el punto específico de la metafísica de Aristóteles que es tomada por Tomás acríticamente. En concreto, que la metafísica de Aristóteles es unívoca.
Por lo tanto, resulta irrelevante señalar que Tomás discrepa con Aristóteles al respecto de (1) las causas finales, (2) la eternidad del universo y (3) el motor inmóvil como nóesis noéseos.
El argumento del objetor tampoco es salvado al distinguir entre teología natural, y teología sobrenatural. Una vez más, no es relevante al asunto que se discute.
“Analogía del ser”, “ser en general”, y “la gran cadena del ser”.
Puesto que según Anderson la crítica de Van Til a los tomistas es que estos toman acriticamente la metafísica unívoca de Aristóteles, es de esperar que la defensa tomista interactúe con esta crítica. El objetor argumenta que Van Til se equivoca porque «la premisa fundamental que sostiene Aristóteles de la analogía del ser… Aristóteles no mantenía un univocismo ontológico». El “objetor” señala que para Aristóteles «las cosas que predicamos del ser se deben tomar en un lenguaje analógico, no equívoco ni unívoco».
Por esa razón, el autor concluye: «Van Til ignora por completo la importancia de la cláusula filosófica de ”la analogía del ser”, y que confunde la metafísica aristotélica con la interpretación unívoca del lenguaje».
Pero, ¿está justificada tal conclusión? En ninguna manera, lo que revela es un desconocimiento de la obra de Van Til en general, y en específico, las críticas de Van Til al pensamiento Tomista/Aristotélico.
Mas adelante, Anderson da algunos ejemplos con citas de Van Til y añade: «De hecho, la crítica de Van Til es aún más profunda en otros lugares, donde argumenta que el sistema de Aristóteles impulsa una división ontológica entre lo que particulariza (materia prima) y lo que unifica (forma pura). Por el contrario, una metafísica cristiana reúne tanto la unidad última como la particularidad última en la Trinidad ontológica (un Dios en tres personas).»
Lejos de la creencia del “objetor” que «Van Til ignora por completo la importancia de la cláusula filosófica de ”la analogía del ser», Van Til no solo está consciente de tal clausula sino que es crítico del entendimiento tomista/aristotélico de la analogía del ser, y otras ideas relacionadas tales como “ser en general”, y “la gran cadena del ser”.
Analogía: Romanismo y protestantismo reformado[5]
Van Til no solo esta consiente de la idea de analogía en la teología romanista, también señala que el protestantismo reformado tiene una idea distinta de analogía: «Luego está el uso romanista de la idea de analogía. El romanismo cree que tiene la verdadera idea de la analogía. Sostiene que el protestantismo, y especialmente la Fe Reformada, no tiene una verdadera noción de analogía ya que no hace justicia al hombre como en cierta medida autónomo. La teología católica romana no hará al hombre total y exclusivamente dependiente de Dios, y por lo tanto, desde un punto de vista reformado, no puede hacer justicia a la idea de la analogía».
Van Til considera que la idea de la analogía de Tomas es una forma sincretica de dos formas de pensamientos no cristianos: «Es uno de los grandes errores de la apologética cristiana que ha tratado de responder a formas inferiores de pensamiento no cristiano por formas superiores de pensamiento no cristiano. Particularmente errónea es la idea que implica el método tradicional de la apologética, tal como es usado por el obispo Butler y su escuela, de que el irracionalismo no cristiano puede ser curado por la aplicación del racionalismo no cristiano y que el racionalismo no cristiano puede ser curado por la aplicación del irracionalismo no cristiano, y que la verdad del cristianismo se expresa, por lo tanto, en la bonita combinación de dos, más que en uno, principios no cristianos. Esto está implicado en la idea romanista de la analogía del ser, que todavía se utiliza mucho en la forma tradicional de la apologética utilizada entre los protestantes. De esto hablaremos más adelante».
«Un punto más debe ser mencionado en relación con la idea de analogía de Tomas. Establece indirectamente el punto que se acaba de señalar sobre el carácter no cristiano de su principio de individuación. El punto es que así como Tomás complementa la idea no cristiana de univocismo por medio de una idea no cristiana de equivocismo, a su vez complementa la idea no cristiana de equivocismo por una idea no cristiana de univocismo. En otras palabras, lo que hace Tomás es tratar de evitar los extremos del univocismo y el equívoco manteniendo los dos en equilibrio entre sí».
Esto es confirmado por el “Objetor” al citar a Edward Feser: «Ser es, en cambio, lo que Aquino llamaría una noción analógica, donde la analogía constituye un punto medio entre el uso equívoco y unívoco de los términos».
Analogía del Ser
Al tratar con la idea de analogía del ser Van Til escribe: «Esta idea de la analogía del ser compromete la doctrina bíblica de la creación. Tiende a reducir la distinción entre Dios como Creador y el hombre como criatura a la noción griega de la participación del hombre en el ser como tal. De acuerdo con la visión griega de la realidad, especialmente como se establece en la filosofía de Aristóteles, llamado “el filósofo” por Tomás de Aquino, todo ser es en última instancia uno. Todos los seres individuales son seres en la medida en que participan en este único ser último. Según Aristóteles, Dios tiene la plenitud del ser. Como tal, es Acto puro. En el extremo inferior del ser, que no se encuentra en ninguna cosa realmente existente que el hombre pueda conocer, está la pura potencialidad del ser. El hombre existe entre la pura actualidad y la pura potencialidad del ser. Existe, por lo tanto, una continuidad del ser entre el hombre y Dios. El hombre puede aumentar su participación de Dios como acto puro. También existe una discontinuidad del ser entre el hombre y Dios. El hombre está cerca del reino del no ser puro. Participa, por así decirlo, tanto en el no ser como en el ser.
Es así como para Aristóteles el principio de potencialidad y actualidad controla la relación entre Dios y el hombre. Esta relación es, por lo tanto, de proceso. Es activista. Es el funcionamiento natural de los principios de continuidad y discontinuidad de un Ser general.
Sólo si se mantiene la doctrina del Dios autónomo y de la creación como la presuposición de todo lo que se dice en cualquier doctrina es posible mantener la posición cristiana completa. El romanismo no está dispuesto a hacer esta doctrina de Dios básica en todo su pensamiento. Busca una síntesis entre la idea aristotélica de la analogía del ser y la idea bíblica de Dios como Creador y el hombre como criatura.»
De esto se siguen dos cosas:
1. Para Van Til la analogía del ser no soluciona el problema del uno y los muchos. Sacrifica la multiplicidad en favor de la unidad, otro autor al hablar del problema presente en Parménides y Heráclito señala que: «La participación platónica y la teoría aristotélica de la diversidad de los géneros del ser representan dos intentos de reducir la totalidad de lo real a la unidad sin sacrificar la diversidad al uno ni el uno a la diversidad.» Sin embargo, añade, «una vez conocida la creación, hay que reconocer el carácter parcial de tal solución, ya que la reducción de seres diversos a la unidad por relación con Dios se convierte en el problema esencial. Aristóteles redujo los muchos a uno en el nivel horizontal de las categorías al conectar los accidentes a la sustancia, pero aún queda por reducir las diferentes sustancias mismas a la unidad desde un punto de vista trascendental». Puesto que en última instancia la idea aristotélica de analogía del ser sacrifica la multiplicidad en favor de la unidad, Van Til concluye que la ontología de Aristóteles es en última instancia unívoca.
2. Van Til también deriva el univocismo de la ontología aristotélica de ideas como “ser en general” y la escala o cadena del ser. «Todos los seres individuales son seres en la medida en que participan en este único ser último. Según Aristóteles, Dios tiene la plenitud del ser. Como tal, es Acto puro. En el extremo inferior del ser, que no se encuentra en ninguna cosa realmente existente que el hombre pueda conocer, está la pura potencialidad del ser. El hombre existe entre la pura actualidad y la pura potencialidad del ser. Existe, por lo tanto, una continuidad del ser entre el hombre y Dios. El hombre puede aumentar su participación de Dios como acto puro. También existe una discontinuidad del ser entre el hombre y Dios. El hombre está cerca del reino del no ser puro. Participa, por así decirlo, tanto en el no ser como en el ser.» James J. Cassidi explica que para Van Til «la idea de “potencialidad” implica lo que algunos llaman una cadena, o escala, del ser. La potencia se entiende como algo opuesto a la actualidad. Y cada cosa tiene potencia, lo que significa que tiene potencial hacia la actualización. Sólo Dios es pura actualidad, no tiene potencia en sí mismo. Todo lo demás está en camino hacia la actualización. Esta idea está a menudo conectada con la idea de la analogía entis – o analogía del ser. Las cosas en la escala del ser – Dios, que es el más grande de los seres, el hombre como agente de actualización – se relacionan entre sí analógicamente. Mientras que hay mucha diferencia entre Dios y el hombre —Dios está totalmente actualizado, nosotros no— también hay una similitud: Dios y el hombre son ambos seres. Por lo tanto, es una analogía basada en el hecho de lo que Dios y el hombre tienen en común: el ser. Y mientras que Dios y el hombre difieren cuantitativamente en su ser, no son cualitativamente diferentes». [6]
Conclusión
La primera conclusión de nuestro “objetor” comete la falacia ignoratio elenchi.
La segunda conclusión, incurre en lo que pretende denunciar, a saber, ignorancia. No es Van Til quien ignora el corpus tomista, es el “objetor” el que ignora el corpus vantiliano.
Apendice
Note el lector, que, aunque el “objetor” pretende defender al tomismo de la carga de univocismo ontológico, implicitamente incurre acríticamente en univocismo ontológico, en su defensa cito un autor al decir «La metafísica como la “ciencia que estudia el ser como ser” […] la metafísica no remarca similarmente este tipo de diferencias, sino que estudia el ser en cuanto ser, el ser no posee divisiones. Entonces, la categoría fundamental y única de ser abarca a las criaturas tanto como a Dios.» y nuevamente a Feser: «Por lo tanto, aunque “ser” no es un término equívoco, a diferencia de “perro” aplicado a un animal y a una constelación, no llamamos a diferentes cosas “seres” en sentidos que son completamente diferentes, ni tampoco es un término unívoco, ya que su aplicación es tan general que no todas las cosas a las que se aplica pueden considerarse “seres” exactamente en el mismo sentido».
Decir que se confunde la predicación con la ontología sirve de poco porque parte de su defensa era precisamente que Aristóteles consideraba que «las cosas que predicamos del ser se deben tomar en un lenguaje analógico, no equivoco ni univoco».
[1] https://presuposicionalismo.com/van-til-contra-aristoteles/
[2] https://www.proginosko.com/2019/08/reforming-apologetics-thomas-aquinas/
[3] https://thinkingthomism.blogspot.com/2020/06/van-til-contra-aristoteles-aquino-y_17.html
[4] Los cargos 1 y 2 enumerados por Fesko son:
- 1. Aquino sigue a Aristóteles hablando del ser y luego introduce la distinción entre los seres divinos y los creados. Santo Tomás no comienza con la doctrina de la Trinidad ontológica.
- 2. Los católicos romanos tratan de probar la existencia de Dios empleando el método de Aristóteles para mostrar que la existencia de Dios está de acuerdo con los principios de la lógica.
[5] Todas las citas de Van Til son tomadas intencionalmente de una única fuente; “Una Teoria cristiana del conocimiento” de próxima publicación en español por la editorial Tinta Puritana.
[6] https://reformedforum.org/the-essential-van-til-aquinas-and-barth-their-common-core/